Desde la tumba del Rey Tutankamon hasta los Rollos del Mar Muerto, parece que no hay nada que la comunidad mundial de arqueólogos no sea capaz de desenterrar. Entonces, ¿por qué no han encontrado aún la Atlántida?

Es una pregunta que se hacen a menudo arqueólogos como David S. Anderson, que afirma que recibe preguntas sobre la isla continente perdida de Atlántida o Atlantis (en griego antiguo) y su supuesta existencia «a diario».

«Es mucho más habitual que la gente me pregunte sobre pseudoarqueología que sobre arqueología normal», afirma Anderson, profesor adjunto de la Universidad de Radford (Estados Unidos) especializado en arqueología maya y mesoamericana.

Para Anderson y sus compañeros de gremio, la respuesta es siempre la misma: nunca encontraremos la Atlántida porque es totalmente ficticia. Pero eso no ha impedido que la supuesta existencia de la isla (o continente) perdida despierte la imaginación del público y deje tras de sí miles de años de especulaciones y teorías conspirativas.

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Inventar la Atlántida pudo ser un mito

La Atlántida es el tema de películas modernas como Viaje al centro de la Tierra y la reciente serie de Netflix Los Apocalipsis del pasado. Pero la historia es obra del filósofo griego Platón, que presentó la isla en dos de sus diálogos socráticos (Timeo y Critias) del siglo IV antes de Cristo.

Platón la llamó Atlantis nêsos, o la «isla de Atlas», y el filósofo no pretendía que representara el pináculo de la humanidad, sino que la civilización isleña fuera un complemento ficticio de la ciudad real de Atenas. En los diálogos de Platón, la Atlántida se presenta como un estado sofisticado que cayó después de que sus arrogantes dirigentes intentaran invadir Grecia. En represalia por el ansia de poder de su pueblo, Platón dice que la Atlántida fue castigada por los dioses, que desencadenaron desastres naturales que la hundieron en el mar, aniquilando lo que quedaba de su poder.

«Platón es un mentiroso», afirma Flint Dibble, arqueólogo e investigador Marie-Sklodowska Curie de la Universidad de Cardiff (Reino Unido). «Nunca afirmó que su pretensión fuera escribir historia».

Pero aunque los diálogos de Platón incluyen muchas pistas de que la ciudad era imaginaria, incluida la insistencia de los propios personajes del diálogo en que la historia era, en el mejor de los casos, de oídas, la idea de la Atlántida ha alimentado la imaginación desde entonces, junto con las afirmaciones de que era un lugar real cuyos restos contienen pruebas de una civilización perdida y superior.

La Atlántida resurge

Cientos de años después de la muerte de Platón, la historia de la Atlántida empezó a resurgir primero en los escritos de filósofos cristianos y judíos, y después en obras especulativas de autores como Sir Francis Bacon, cuya novela La Nueva Atlántida se publicó póstumamente en 1626. En el libro, la Atlántida es una sociedad utópica en una remota isla del Pacífico cuyos habitantes son cultos, humanos y profundamente cristianos.

En aquella época, los europeos se enfrentaban a un cambio radical en su visión del mundo, que se estaba expandiendo drásticamente con el aumento de los contactos entre europeos e indígenas en toda América y el Pacífico durante la Era de las Exploraciones.

«El mundo occidental estaba desesperado por comprender cómo podían existir nuevos continentes con habitantes, de dónde venían y cómo encajaban en la historia bíblica o clásica», afirma Anderson, que analizará el atractivo de la Atlántida en su próximo libro Weirding Archaeology (Arqueología Extraña). En lugar de reconocer que los pueblos indígenas podían haber desarrollado civilizaciones propias, señala Anderson, los europeos utilizaron la historia de la Atlántida como posible explicación de las estructuras y sociedades que encontraron en América.

Entre ellos se encontraba Charles de Bourbourg, un sacerdote francés que recopiló textos mesoamericanos y relacionó la civilización maya con una Atlántida real. Los escritos de Bourbourg inspiraron a Augustus Le Plongeon, un arqueólogo británico-americano que intentó encontrar la Atlántida en Yucatán a finales del siglo XIX.

Le siguió Ignatius Donnelly, un escritor y político estadounidense cuyo libro Atlantis: The Antedeluvian World (Atlántida: el mundo antedeluviano), publicado en 1882, presentaba una teoría unificada de la Atlántida como un continente perdido que había sido destruido por el mismo Diluvio Universal descrito en la Biblia hebrea y cuyos habitantes, tecnológicamente avanzados y sobrehumanos, supuestamente habían dado lugar al nacimiento de civilizaciones modernas en todo el mundo.

«Utiliza la historia de la Atlántida para tratar de explicar toda la historia», dice Dibble, y casi todas las representaciones modernas de la Atlántida se hacen eco de la teoría sensacionalista de Donnelly.

El Mito de la Atlántida según Platón: Origen y Significado

El mito de la Atlántida, relatado por el filósofo griego Platón, es uno de los relatos más fascinantes y enigmáticos de la antigüedad. Según Platón, la Atlántida era una poderosa civilización que existió hace aproximadamente 9,000 años antes de su tiempo. Este relato se encuentra en sus diálogos «Timeo» y «Critias», donde describe una isla ubicada más allá de las Columnas de Hércules (el estrecho de Gibraltar). La Atlántida era una sociedad avanzada y próspera, con una compleja estructura política, impresionantes logros arquitectónicos y una gran riqueza.

Platón narra que los atlantes, en un principio, eran una sociedad virtuosa y justa, pero con el tiempo se volvieron corruptos y ambiciosos, lo que llevó a su declive. Zeus, al ver la degeneración de los atlantes, decidió castigarlos, y como resultado, la Atlántida fue destruida en un cataclismo que la sumergió bajo las aguas en un solo día y una noche de infortunio.

La historia de la Atlántida ha sido objeto de numerosas interpretaciones a lo largo de los siglos. Algunos la consideran una alegoría moral sobre la decadencia de las civilizaciones, mientras que otros creen que podría estar basada en hechos reales o en otras leyendas antiguas. Sin embargo, no hay evidencia arqueológica concluyente que confirme la existencia de la Atlántida, lo que mantiene el mito envuelto en un halo de misterio y especulación. La Atlántida sigue siendo un símbolo de la búsqueda humana por el conocimiento y el descubrimiento de civilizaciones perdidas, representando tanto un ideal de sociedad como una advertencia sobre los peligros de la corrupción y el poder desmedido.

¿Atlantis Ciudad perdida realmente existió?

La Atlantis existió según una civilización Griega, entre los siglos 800 y 900 a.c.

La historia de la Atlántida ha sido objeto de numerosas interpretaciones a lo largo de los siglos. Algunos la consideran una alegoría moral sobre la decadencia de las civilizaciones, mientras que otros creen que podría estar basada en hechos reales o en otras leyendas antiguas. Sin embargo, no hay evidencia arqueológica concluyente que confirme la existencia de la Atlántida, lo que mantiene el mito envuelto en un halo de misterio y especulación. La Atlántida sigue siendo un símbolo de la búsqueda humana por el conocimiento y el descubrimiento de civilizaciones perdidas, representando tanto un ideal de sociedad como una advertencia sobre los peligros de la corrupción y el poder desmedido.

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